A partir del 14 de octubre, los computadores que aún operen con Windows 10 dejarán de recibir actualizaciones de seguridad por parte de Microsoft. Aunque seguirán funcionando, se convertirán en una posible puerta de entrada para virus, ciberataques o fallas sin soporte. Por esta razón, SONDA, empresa integradora de tecnología entrega recomendaciones para lograr esta actualización.
“Actualizar a Windows 11 no es una mejora estética, es una decisión crítica para proteger la información personal y empresarial. Las decisiones que se tomen hoy frente a la actualización del sistema operativo pueden evitar interrupciones, filtraciones o pérdidas mayores mañana.”, afirma René Muñoz, Director de Alianzas y Servicios de Plataforma en SONDA.
En el caso de las personas, esta actualización es clave si se usa el computador para estudiar, trabajar o hacer transacciones en línea. Los riesgos van desde fraudes digitales hasta pérdida de compatibilidad con apps.
Entretanto, el riesgo para las empresas es mayor: podrían enfrentar pérdida de datos sensibles, interrupciones operativas, sanciones regulatorias y costos millonarios: “El costo de actualizar es mucho menor que el costo de una brecha de seguridad”, advierte Muñoz.
¿Qué hacer?
SONDA comparte tres recomendaciones clave para esta actualización:
- Revisar si el equipo es compatible con Windows 11.
- Hacer respaldo de la información antes de migrar.
- Consultar con aliados tecnológicos para un cambio seguro y progresivo.
En el caso de las empresas:
- Hacer un inventario de equipos con Windows 10 o anterior.
- Verificar compatibilidad con Windows 11 (memoria, BIOS, etc.).
- Clasificar los equipos que requieren actualización o reemplazo.
- Evaluar compatibilidad de aplicaciones internas.
- Realizar pruebas piloto con equipos actualizados.
- Diseñar una estrategia de despliegue gradual (anillos por usuarios).
- Respaldar toda la información antes de migrar.
- Comunicar el proceso a los usuarios y contar con acompañamiento experto.
Actualmente, varias organizaciones en Colombia ya están implementando este proceso con apoyo de aliados tecnológicos como SONDA, que ofrecen diagnóstico, acompañamiento técnico y migración escalonada para garantizar una transición segura y sin afectar la operación.