El país afronta grandes retos en la mitigación del cambio climático, razón por la cual el sector forestal y de la transformación de la madera es y será protagonista en el cumplimiento de dichos objetivos, dado su enorme potencialidad medida por las áreas con vocación forestal y las ventajas competitivas de nuestros suelos, talento humano y conocimiento técnico adquirido. Es importante destacar que el sector forestal en Colombia ha sido fundamental en el desarrollo económico sostenible, pero tiene la gran oportunidad de avanzar para ser protagonista en el aporte a la bioeconomía nacional. Según datos del IDEAM y UPRA, el país cuenta con una superficie forestal total de alrededor de 60 millones de hectáreas, lo que representa aproximadamente el 54% del territorio nacional continental.
Colombia tiene una alta aptitud forestal que asciende a 7,5 millones de hectáreas para plantaciones forestales comerciales, contando actualmente con apenas 538.000 hectáreas plantadas, de las cuales se proveen un poco menos de 3 millones de metros cúbicos de madera al año. Así, la industria que se desarrolla alrededor de madera mantiene un alto impacto y proceso de inclusión social, en la medida en que se invierta en el desarrollo de modelos productivos, educación, infraestructura y seguridad alimentaria, impactos que se podrían ver amenazados en el futuro si no se presta especial atención al sector que está requiriendo de políticas públicas integrales, así como una mejora en la seguridad jurídica y económica hacia los inversionistas.
«Colombia tiene la enorme posibilidad de convertirse en la nueva potencia forestal en Latinoamérica. Sus tierras, gente y desarrollo genético, además de su ubicación privilegiada, dan a entender que esto es realmente posible, logrando que tengamos así una cadena de valor que va desde el campo, hasta las ciudades, con un producto final, de alto valor, que puede ser consumido en el país o exportado, de manera que podamos generar una nueva fuente de cartera de divisas para el país”, afirmó Carlos Andrés López presidente de Refocosta.
Esto y mucho más, serán los temas que se tratarán en el primer Congreso Nacional de Fedemaderas, que se llevará a cabo el próximo 22 y 23 de marzo. Un escenario fundamental de reconocimiento para alcanzar una verdadera red de colaboración que siente las bases de un nuevo motor en la economía nacional, bajo la acción articulada de lo público – y lo privado dentro de la regulación del Servicio Nacional Forestal, fundamentada no solo en la preservación de los recursos forestales, sino en la sinergia y complementariedad entre el aprovechamiento forestal sostenible con enfoque comunitario, los cultivos de plantaciones forestales comerciales y el desarrollo de mercados, industrias y clúster con alto valor agregado.
Esto debe ser realizado en una colaboración entre el gobierno y el sector privado, primero, en la definición de políticas y estrategias para la gestión forestal sostenible y segundo, en involucrar a la población, en el propósito principal de construir un país forestal. Según la federación, el sector forestal tiene potencial para crear de manera gradual aproximadamente 2,5 millones de empleos formales directos e indirectos para campesinos, comunidades afro e indígenas entre 2023 y 2052, así como aportar en más de un 40% en el cumplimiento de las metas de carbono neutralidad del país sobre el Acuerdo de Paris.
«Las proyecciones de la federación muestran que, para 2026, se podrían generar 400.000 empleos formales para campesinos, comunidades afro e indígenas, todos ellos de naturaleza agroindustrial, formal y sostenible en el tiempo. Esto se adicionaría a un alcance de más de 3.000 familias vinculadas con proyectos liderados bajo el modelo de Manejo Forestal Sostenible con enfoque Comunitario, MFSC, alineado con el desarrollo de la Bioeconomía planteado por el Plan Nacional de Desarrollo 2022 – 2026”, afirmó Juan Miguel Vásquez director ejecutivo nacional de Fedemadera.