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El poder de los datos: cómo la tecnología puede reducir la deserción universitaria en Colombia

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Con el objetivo de abordar esta problemática, el Ministerio de Educación Nacional, en colaboración con el Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico (CEDE) de la Universidad de los Andes, diseñó y desarrolló desde hace más de una década una herramienta que permite realizar un seguimiento constante de los estudiantes matriculados.

Esta tecnología identifica y calcula el riesgo de deserción de aquellos con mayor probabilidad de suspender temporal o definitivamente sus estudios, facilitando la implementación de medidas preventivas y mejorando la precisión de los datos relacionados con la deserción estudiantil. Asimismo, existen otras plataformas basadas en inteligencia artificial (IA) que utilizan Machine Learning y Data Analytics para complementar este esfuerzo.

Este tipo de recursos son capaces de analizar grandes volúmenes de datos en tiempo real, generar alertas tempranas sobre áreas académicas en las que los estudiantes presentan bajo rendimiento, detectar la falta de participación en actividades virtuales o interrupciones en el acceso a contenidos educativos. Asimismo, factores adicionales, como la atención psicológica, contribuyen a identificar puntos débiles que pueden anticipar la deserción académica.

Las herramientas digitales ya no son sólo una cuestión de protección de datos; al contrario, se han convertido en aliados estratégicos para las instituciones educativas. Al utilizar tecnología que permite predecir comportamientos y señales de deserción, podemos intervenir de manera proactiva para apoyar a los alumnos antes de que tomen la decisión final de abandonar sus estudios”, afirma Christian Geraldino, Head of Growth de Orión en Colombia.

Desde que el Ministerio comenzó a realizar mediciones por cohortes a nivel nacional de manera regular y homogénea, se ha evidenciado una tasa de deserción en la educación superior del 49%. Este porcentaje incluye los niveles universitario, técnico y tecnológico, lo que significa que cerca de uno de cada dos estudiantes que ingresan al sistema no culmina sus estudios.

Por ello, docentes y orientadores juegan un papel clave en la implementación de medidas preventivas, como programas de apoyo psicológico o económico, para garantizar que los estudiantes reciban la atención adecuada. Sin embargo, para que estas estrategias sean verdaderamente eficaces, es fundamental un enfoque colaborativo entre los sectores educativo, gubernamental y tecnológico, que permita interpretar correctamente las alertas de deserción y tomar las acciones necesarias. Igualmente, Orión colabora de manera continua con aliados como Millenial, quienes brindan soluciones y contribuyen a comprender las necesidades de la educación en Colombia.

Enfrentar esta situación en Colombia requiere un compromiso conjunto y el aprovechamiento de herramientas tecnológicas que permitan intervenir de manera oportuna. Al combinar el análisis de datos con estrategias de apoyo personalizadas, es un paso clave hacia un sistema educativo más inclusivo y sostenible, capaz de responder a los desafíos actuales y futuros.