Colombia ha trabajado para convertirse en un referente en construcciones sostenibles en Latinoamérica. Un país que, desde su industria ha mostrado un gran interés para avanzar en la modernización de sus edificaciones, entendiendo que es un proceso de renovación que respondería a una mejor dinámica de la sociedad en términos de productividad y que exige mayor innovación en sus estructuras.
De acuerdo con el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, los factores que se deben tener en cuenta para avanzar en estos proyectos son: el acceso inteligente de la energía, la eficiencia de los servicios, las decisiones que los usuarios efectúan con relación al consumo de recursos naturales y su bienestar.
Para tal fin Schneider Electric, organización líder en digitalización para la sostenibilidad y la eficiencia energética, da a conocer los pilares bajo los que se deberían basar las construcciones de edificaciones como hogares, hospitales, centros comerciales, oficinas, entre otros, para que puedan transformarse y alinearse con los criterios de las construcciones sostenibles.
“Teniendo como contexto que, según estimaciones para el año 2050 el 65% de la población vivirá en ciudades y que para el 2040 el consumo eléctrico en edificios se incrementará en un 80%, es importante trabajar para que las construcciones puedan reducir de forma significativa su huella de carbono. Y es aquí desde nuestro trabajo que desmitificamos y damos a conocer los beneficios de la relación entre tecnología y sostenibilidad. afirma Daniela Mora, directora de la unidad Digital Energy para el Clúster Andino en Schneider Electric.
Según la experta, los Edificios del Futuro, integran así pilares modernos bajo los que se desarrollan las construcciones sostenibles, bajo los que se mantiene un mayor control de consumos energéticos, en aspectos como, iluminación, ascensores, alarmas o accesos, definidos como, sostenibilidad, para que mediante la implementación de sistemas permita reducir las emisiones de CO2; resiliencia, para que pese a cualquier situación de crisis que se presenten en los edificios, estos sigan operando; la eficiencia, que relacionado con el espacio que se utiliza, el consumo no sea un factor de desperdicio y; que sean centrados en las personas.
“El monitoreo de la energía es la clave para que los edificios del futuro sean sostenibles. Avanzando en aspectos como la automatización, aplicada a los hábitos que tienen las personas y sumando la tecnología, se podrá detectar las zonas en donde haya desperdicios de energía, por ejemplo, pues se espera que este tipo de sistemas ayude a generar ahorros en los edificios en un 10% para el 2040” concluye Daniela.
Dado que la mayoría de las construcciones ya están hechas, hay factores que se deben evaluar previo a la implementación de estas nuevas tecnologías, tales como, estándares de seguridad, calidad ambiental de la zona y habitabilidad del edificio.
En cuanto al pilar de ser centrados en las personas, mediante este tipo de adecuaciones, se podría mejorar la experiencia de los ocupantes, más allá del confort y la comodidad esperada, pues la reducción de costos y la digitalización ofrecerán una experiencia más interactiva, de bienestar y productividad, además de encontrar otro tipo de beneficios como la valorización de las edificaciones, como una de las opciones de crecimiento para el desarrollo económico del país.