El «día de la concienciación sobre el ruido» comenzó en 1996, cuando el Centro de Audición y Comunicación (CHC) lo fundó con el fiel propósito de alertar y concienciar a la ciudadanía de los riesgos a los que se enfrenta por la exposición al ruido.
Para GAES, marca de Amplifon, la salud auditiva es un factor determinante para una buena calidad de vida, tanto en el entorno familiar como profesional. De hecho, el pasado mes de marzo, realizó una encuesta a 200 personas de diferentes edades y géneros para dar a conocer los mitos más comunes sobre el cuidado de la salud auditiva, que permitió evidenciar que el 70% de los encuestados cree que el entorno de su hogar y/o lugar de trabajo es ruidoso y el 89% considera que la contaminación acústica en la ciudad donde vive es alta.
Teniendo en cuenta lo anterior, Lorena Romero, audióloga y coordinadora de calidad y formación de GAES una marca de Amplifon, explica que nuestro sistema auditivo está diseñado para percibir sonidos desde las frecuencias más bajas (125hz) hasta las más altas (20 khz) y tolera hasta ciertos niveles de sonoridad. «El sonido del agua, el café por la mañana o el sonido del viento están por debajo de los 40db, mientras que el sonido de una conversación normal ronda los 65db que son un ejemplo de lo que es tolerable para el sistema auditivo».
Sin embargo, dependiendo de la intensidad sonora y del tiempo de exposición a la fuente de ruido, podemos hablar de afecciones a medio o largo plazo del sistema auditivo. Si una persona está expuesta a una intensidad sonora superior a 120db, similar a estar al lado o cerca al sonido de una sirena, corre el riesgo de presentar un «trauma acústico», cuya consecuencia sería la pérdida parcial o total de la audición; las personas que trabajan 8 horas diarias de forma continuada expuestas a ruidos de 70 a 100 db, similares al sonido de una lavadora o lavavajillas, podrían desarrollar con el tiempo una disminución auditiva. Un claro ejemplo de profesionales y técnicos expuestos son: personas que trabajan en el aeropuerto, conductores, operadores de maquinaria, construcción, militares y aviadores para los que se recomienda el uso de tapones que protejan al trabajador al menos 85db, nivel similar al sonido de un tren y revisiones auditivas cada 6 meses.
Así mismo, el uso de auriculares o intercomunicadores en el ocio también puede generar situaciones que afecten a los oídos. «En entornos de ocio es una responsabilidad individual, ya que cada persona es autónoma para decidir cuánto tiempo y a qué volumen quiere utilizar auriculares para escuchar música. Lo que se recomienda es no utilizarlos más de 2 horas y a una capacidad máxima del aparato del 60% de su volumen», enfatiza la experta.
¿Qué pasa con la salud auditiva de los niños?
Existen diferentes factores que pueden provocar la pérdida de audición en los niños, concretamente durante el periodo de gestación, parto o en su desarrollo.
La principal causa de pérdida de audición en este grupo de edad corresponde a las infecciones de oído o más comúnmente llamadas otitis, este tipo de patología, según Romero, se produce en la primera infancia y puede ser generada por enfermedades gripales repetidas y piscinas. También está relacionada con la inmadurez anatómica del oído desde el nacimiento hasta los 12 años aproximadamente.
Asimismo, es importante que los padres estén atentos para elegir los juguetes más adecuados y evitar así lesiones en los oídos de sus hijos. Aunque la estimulación sonora en las primeras etapas de la vida de los niños es fundamental para su desarrollo, la experta en salud auditiva recomienda que juguetes como sonajeros, cascabeles, bocinas y/o instrumentos musicales de percusión estén siempre supervisados por un adulto para no prolongar la exposición al ruido, comprobando siempre la intensidad del sonido emitido tanto por los juguetes como por los aparatos a los que tienen acceso los niños.
Es conveniente tener en cuenta que una deficiencia auditiva detectada a tiempo, puede ser tratada y ayuda a retrasar cualquier secuela en el desarrollo normal del niño y del adulto. En la mayoría de los casos, la audición se puede habilitar o rehabilitar con la ayuda de diferentes dispositivos: audífonos, implantes cocleares o implantes de conducción ósea, dependiendo de las características de cada caso.
«Cada caso es particular, sin embargo, la principal recomendación es realizarse una revisión auditiva al menos una vez al año para conocer cómo se encuentra la audición y comenzar con las pautas de cuidado, salud y protección auditiva», concluye Romero.