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Economía circular y tecnología: claves para la sostenibilidad y la Biodiversidad

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La COP16, el evento más relevante en biodiversidad, presenta retos y oportunidades para la conservación ambiental. En Colombia, el 14% de los datos que reportan las empresas sobre la fauna y flora cercana a sus plantas, refleja un aumento en la atención de las compañías hacia su entorno natural. Este avance ha sido impulsado por la colaboración con el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia (SIB Colombia), lo que facilita el intercambio de información y refuerza el compromiso del sector privado con la protección de ecosistemas sensibles, contribuyendo activamente a la conservación.

En este sentido, Schneider Electric ha tomado importantes decisiones para proteger la biodiversidad en Colombia, impulsando iniciativas que buscan minimizar su impacto ambiental en sus centros de producción. Uno de los logros más destacados es el éxito de las plantas de Dexson y la planta en el municipio de Funza, que han alcanzado el estándar Zero CO2.

Esta certificación confirma que estas fábricas han logrado una reducción significativa de las emisiones de carbono en toda su cadena de valor. Este esfuerzo es especialmente notable dado que la planta de Dexson, hace unos años era una de las que más energía consumía en la región, lo que hace que los avances en eficiencia y sostenibilidad sean aún más importantes.

Otro pilar fundamental en la certificación de estas plantas ha sido la implementación de prácticas responsables en el uso de materias primas. La planta de Dexson, por ejemplo, ha logrado reducir drásticamente el uso de plásticos de un solo uso y huacales de madera, eliminando la utilización de aproximadamente 1,254 pallets, lo que equivale a la conservación de 418 árboles respetando el hábitat de cientos de especies de aves del país.

Asimismo, se han incorporado mejoras en el diseño y fabricación de productos, que han permitido reducir en 21 toneladas el procesamiento de resinas plásticas. Gracias a estas prácticas, las plantas han logrado aprovechar el 97% de los residuos generados, reciclando cerca de 255 toneladas de materiales.

“Nuestro objetivo no es solo reducir las emisiones, sino establecer un estándar que demuestra cómo las empresas pueden equilibrar el crecimiento económico con la protección del medio ambiente. En Schneider Electric, estamos comprometidos con la sostenibilidad y la preservación de la biodiversidad. Este esfuerzo incluye la optimización de nuestras operaciones y la creación de un impacto positivo en los ecosistemas” declaró Javier Ortiz, presidente del clúster Andino Norte (Colombia, Ecuador y Venezuela) de Schneider Electric

Este esfuerzo por integrar la sostenibilidad y la digitalización en sus operaciones no es exclusivo de Colombia. La planta de Cajamar, en Brasil, fue incluida dentro del listado de organizaciones a nivel mundial que cuentan con el sello Zero CO2. Schneider Electric tiene como meta expandir estas certificaciones a 150 centros de producción para el año 2025, reforzando su liderazgo en sostenibilidad y su compromiso con la protección del medio ambiente.

Manejo óptimo del agua

Además de su enfoque en la descarbonización, la compañía  está adoptando una visión integral para abordar la gestión del agua, un recurso vital frente a las amenazas del cambio climático. Con el aumento de la demanda y la creciente preocupación por la calidad y disponibilidad de este recurso, la empresa ha implementado soluciones digitales como EcoStruxure, que optimizan la eficiencia energética y la resiliencia de los sistemas de agua y aguas residuales.

Estas soluciones permiten a las empresas del sector hídrico gestionar de manera más eficiente sus recursos, reducir fugas, mejorar la calidad del agua y garantizar un consumo energético responsable.

Con estas iniciativas, Schneider Electric no solo contribuye a mitigar el cambio climático, sino que también desempeña un papel crucial en la protección de la biodiversidad, apoyando la conservación de especies en peligro y preservando ecosistemas sensibles.

Un caso de éxito es Aquapolo, la planta de tratamiento de aguas residuales más grande de Brasil, que implementó una solución integral de EcoStruxure, combinada con el software industrial de AVEVA, para enfrentar la escasez de agua potable y satisfacer la creciente demanda industrial.

Gracias a esta tecnología avanzada, Aquapolo logró aumentar la eficiencia operativa en un 15%, reducir los costes totales de producción, y mejorar el control de calidad con análisis en tiempo real de la calidad del agua. Además, el sistema optimizó la facturación y garantizó el cumplimiento normativo, permitiendo el suministro sostenible de agua potable para más de 500.000 residentes. Cada litro de agua reciclada ahorra un litro de agua potable, destacando el impacto positivo en la gestión del agua y la resiliencia de la comunidad.

La integración de prácticas sostenibles, la digitalización y la automatización en sus operaciones es un claro ejemplo de cómo el sector privado puede liderar el camino hacia un futuro más verde y sostenible.