Desde la pandemia, numerosas familias se han enfrentado al reto de encontrar nuevas maneras de obtener su riqueza y mantener a salvo su negocio. De allí, que muchas de estas vean en las nuevas generaciones una solución rápida y necesaria.
De hecho, el más reciente estudio de KPMG así lo confirma, al revelar que hoy en día los negocios familiares han optado por enfocar sus esfuerzos en 5 pilares fundamentales, entre los que se encuentran el aprovechamiento del capital humano, fortalecimiento de su marca y reputación, y la adopción de una visión más global.
Además, el informe describe cómo las empresas familiares aplicaron un enfoque de capital paciente a largo plazo para proteger sus negocios durante la pandemia. Allí, reconocieron que los activos financieros no eran suficientes para sobrellevar el impacto de la pandemia, desplegando sus activos sociales y humanos para apoyar a sus partes interesadas, algo que se ha vuelto incluso más importante y relevante en este contexto.
“En una coyuntura de alta incertidumbre, inflación y tasas de interés, la importancia de la contención social y humana se vuelve imprescindible para reducir la brecha entre ricos y pobres y fortalecer la cohesión social. Y esto es crucial para las empresas familiares, donde las comunidades forman una parte central de su ecosistema”, comentó Jubran Coelho, socio líder del área de Private Enterprise de KPMG en América del Sur.
Pero, ¿cómo lo están haciendo? El estudio titulado ‘Redefiniendo la riqueza en las familias empresarias’ lo explica:
- Proteger los activos financieros de la familia
Poco después de que el mundo enfrentara las interrupciones iniciales provocadas por COVID-19, muchas empresas familiares unieron a sus familias. Algunos juntaron sus recursos financieros para mantener y fortalecer sus operaciones comerciales actuales y proteger el legado familiar. Otros priorizaron a sus empleados y comunidades locales para ayudar a reducir parte de la tensión en sus vidas y familias.
- Una nueva era de asignación de capital: aprovechamiento del capital humano
La familia en sí misma es uno de los activos de capital humano más grandes e influyentes porque representa la riqueza socioemocional que se asocia con ser parte de una familia, pero en los negocios.
También contribuye directamente a la preservación del espíritu emprendedor de la familia y el legado del fundador. Hacer un esfuerzo consciente para transferir los invaluables conocimientos, habilidades, experiencia y valores de la generación actual a cada generación sucesiva es una excelente asignación del capital humano de la familia, al igual que desplegar los diversos talentos y habilidades de los empleados de la compañía y los miembros de la familia de la próxima generación de nuevas maneras.
- Marca y reputación: poderosos activos de capital social
Como buenos ciudadanos corporativos, las familias empresarias nunca aprovecharían las oportunidades fiscales emergentes si sus acciones pudieran interpretarse como inapropiadas o cuestionables a los ojos de sus clientes, empleados o miembros de la comunidad.
No están dispuestos a arriesgarse al impacto que tales acciones pueden tener en su reputación y el daño potencial a la confianza en su marca si las personas comienzan a ver a su familia y empresa bajo una luz diferente y potencialmente negativa.
- Adoptar una visión global de los activos estratégicos
Después de toda una vida o más de tener la riqueza familiar ligada al negocio, muchos líderes actuales de la compañía reconocen que no todos los miembros de su familia de próxima generación trabajarán en el negocio. Y hay una creciente preocupación con respecto a la sucesión del negocio entre las familias empresarias.
En este entorno centrado en la sostenibilidad, se espera que la próxima generación sea el punto de inflexión en la redefinición del significado de la riqueza, cómo crearla y hacerla crecer en las empresas familiares. Tienen un conjunto de valores diferente y reconocen el poder del capital humano y social, así como los activos financieros de la familia.