La histórica empresa de alimentos Kellogg Company recientemente se transformó en Kellanova, con el objetivo de continuar consolidándose como líder mundial en la industria de los cereales y snacks aprovechando su legado de 118 años. Este cambio no solo representa una transformación de nombre, sino una apuesta firme por la evolución y la innovación en beneficio de las personas.
A nivel global, según Statista, los ingresos generados por la industria de los snacks han experimentado una tendencia positiva. En 2023, las ventas reportaron mundialmente casi 539.500 millones de dólares estadounidenses y se prevé que sobrepasen el umbral de los 733.000 millones en apenas un quinquenio.
De acuerdo con un reciente estudio de Nielsen, Kellogg Company era la empresa líder de la categoría de cereales en Colombia con más del 42% del mercado. En este contexto, la compañía refuerza su compromiso y resalta su trayectoria de alto impacto en el sector. En 2024 le apunta al liderazgo en su línea de snacks.
“En Kellanova, nuestra misión es continuar consolidando nuestro Legado K manteniendo el ADN de la compañía, enfocándonos en nuestros consumidores y ampliando nuestro portafolio de cereales y snacks en la región para continuar a la vanguardia del mercado», destaca Alejandro Ortega, gerente general de Kellanova Pacífico.
A lo largo de la historia, la compañía se ha destacado por sus novedades, desde los primeros personajes en las cajas de los cereales hasta las recientes alianzas estratégicas con marcas icónicas para los colombianos como Chocoramo y Bon Yurt. Así, la empresa confirma que uno de los pilares fundamentales de esta evolución es la innovación, la cual permite trascender en la memoria de los consumidores.
De igual manera, la sostenibilidad y el apoyo a las comunidades son otros de los cimientos sobre los que se ha construido el legado de la empresa. Según el último reporte ESG de Mejores Días de la compañía, esta promesa ha beneficiado a más de 1.800 millones de personas alrededor del mundo entre 2015 y 2022, mientras que la meta en Latinoamérica es beneficiar a más de 4 mil millones de personas para 2030.
Este compromiso se extiende abarcando la eficiencia en los procesos industriales, voluntariados y la lucha contra la inseguridad alimentaria en la región, lo que refleja la importancia de generar impacto positivo en la sociedad.
“Nos enfrentamos a la tarea de continuar con el gran legado que nos deja Kellogg Company y afianzarlo por medio de nuestro ADK, el ADN Kellanova, en cuyos genes fundamentales se encuentra el cuidado del planeta y el bienestar de las comunidades en las que tenemos presencia”, afirma Ortega.
En esta nueva etapa la compañía no solo preservará el espíritu pionero que la ha caracterizado a lo largo de su historia, sino que también refuerza su posición líder de la industria alimentaria. Con su enfoque visionario y el Legado K como cimiento, continuará siendo un faro de innovación y calidad en la industria mientras avanza con determinación hacia el futuro.