En los últimos años, la industria tecnológica se ha caracterizado por avanzar en sus compromisos con la diversidad e inclusión en sus equipos de trabajo. Sin embargo, recientes estudios sugieren que las mujeres y personas de color han sido desproporcionadamente afectadas por los despidos que se han presentado en el sector, sobre todo en EEUU, que han impactado tanto a gigantes tecnológicos como a pequeños startups.
De acuerdo con Layoffs.FYI, aunque cerca del 45% de los trabajadores despedidos en la última ola de recortes laborales en la tecnología eran mujeres, el gran problema es la brecha de género que todavía existe en el área: las mujeres representan menos de un tercio de los trabajadores en la industria tecnológica y ocupan menos del 25% de los cargos técnicos y de liderazgo, según un estudio de Deloitte de 2022. O sea, el impacto de estos despidos en la diversidad e inclusión de las empresas ha causado un gran retroceso en este aspecto. Además, otro estudio realizado por Paychex revela que casi tres cuartas partes de las mujeres trabajadoras en tecnología temen ser despedidas.
La práctica de despedir a las personas más recientes en la empresa, también conocida como «last in, first out«, afecta desproporcionadamente a aquellos que han experimentado barreras de entrada, muchas veces debido a sesgos y discriminaciones, como es el caso de las mujeres. Esto ocurre justo en un momento en que las organizaciones deben invertir en políticas que garanticen que las mujeres puedan mantenerse en sus trabajos y seguir creciendo.
“Es vital que las empresas de la industria tecnológica mantengan su compromiso con la inclusión de las mujeres y otros grupos históricamente marginados en sus equipos de trabajo, para no retroceder en los avances logrados hasta ahora”, explica Paola Sierra, Business Development Manager de laboratoria en Colombia.
Vale recordar que la falta de diversidad en la industria tecnológica no solo afecta a las mujeres y personas marginadas, sino que también tiene implicaciones importantes para todos los usuarios y usuarias. Muchos estudios confirman que las empresas de creación de tecnología que no tienen una fuerza laboral diversa sólo lograrán exacerbar las desigualdades ya existentes en la sociedad a través de productos y servicios sesgados.
Por el contrario, equipos compuestos por personas de distintos géneros, nacionalidades, etnias y contextos sociales, podrán crear soluciones tecnológicas que realmente respondan a las necesidades de una gran variedad de personas. Esto es especialmente relevante hoy con la irrupción de la Inteligencia Artificial, donde la participación de mujeres y diversidades es clave para tener herramientas inclusivas.
«Las empresas deben incluir nociones de diversidad e inclusión en sus estrategias de evaluación y despidos, y establecer el objetivo de mantener las proporciones de empleados que tenían antes de este contexto en particular, o incluso aumentar el número de mujeres en sus equipos», finaliza Paola Sierra, Business Development Manager en Colombia.