La menopausia marca una etapa de transición en la vida de las mujeres, caracterizada por cambios hormonales y metabólicos. Entre estos cambios, la reducción de estrógenos juega un papel crucial al aumentar significativamente el riesgo de osteoporosis. Esta vulnerabilidad ósea se agrava si la mujer también sufre de deficiencia o insuficiencia de vitamina D, ya que esta vitamina es crucial para mantener la salud ósea. Por lo tanto, la combinación de bajos niveles de estrógenos y vitamina D puede llevar a una mayor fragilidad y un riesgo elevado de fracturas óseas en las mujeres menopáusicas.
Según el estudio de “Sunlight and Vitamin D: A global perspective for health de Wacker M, Holick MF)”, la Vitamina D o la llamada “Vitamina del Sol”, se ha destacado no solo por su función en el fortalecimiento de la masa ósea, sino también porque sugieren su implicación en una variedad de patologías cardiovasculares, metabólicas, gineco-obstétricas, oncológicas, infecciosas, esquizofrenia y diabetes tipo 2.
Dada la relevancia que tiene esta vitamina en el cuerpo, este estudio propone una estrategia en tres partes: que incluye aumentar los programas de fortificación de alimentos con vitamina D, recomendaciones sensatas de exposición al sol y fomentar la ingesta de un suplemento de vitamina D cuando sea necesario para prevenir la deficiencia global de vitamina D y sus consecuencias negativas para la salud.
Pero ¿Cómo funciona la vitamina D en el cuerpo?
La vitamina D es un nutriente necesario para la salud, ya que facilita la absorción de calcio, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. Además, se ha relacionado con varios procesos del cuerpo como lo es el funcionamiento de los músculos, permitiendo el movimiento, y en el sistema nervioso, al facilitar la transmisión de mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Por último, la vitamina D es esencial para fortalecer el sistema inmunológico, capacitándose para combatir eficazmente las bacterias y los virus.
¿Cuáles son los síntomas de la deficiencia de vitamina D?
Fuente: Chang SW, Lee HC. Vitamin D and health – The missing vitamin in humans. Pediatr Neonatol. 2019 Jun;60(3):237-244. doi: 10.1016/j.pedneo.2019.04.007. Epub 2019 Apr 17. PMID: 31101452, Saini K, Mysore V. Role of vitamin D in hair loss: A short review. J Cosmet Dermatol. 2021 Nov;20(11):3407-3414. doi: 10.1111/jocd.14421. Epub 2021 Sep 22. PMID: 34553483.
El Médico Ginecólogo Alfonso Correa, destaca la importancia de prestar atención a los síntomas que podrían indicar deficiencia de vitamina D. En su experiencia, enfatiza que si alguien experimenta alguno de los síntomas de: Cansancio y fatiga constante, cicatrización lenta, debilitamiento en el sistema inmunológico, es crucial buscar la ayuda de un especialista para una evaluación completa. El médico puede realizar los exámenes necesarios, para evaluar los niveles de vitamina D y determinar si hay alguna deficiencia o insuficiencia.
Además, sugiere que estos exámenes se hagan cuando haya alguna enfermedad que se relacione con déficit de vitamina D como osteoporosis, enfermedades infecciosas, algunas enfermedades neurológicas (esclerosis múltiple, epilepsia) y alteraciones ginecológicas como miomatosis, endometriosis y síndrome de ovario poliquístico. Actualmente se recomienda realizar rutinariamente niveles de Vitamina D a todas las mujeres embarazadas ya que su deficiencia se asocia con enfermedades obstétricas como Restricción de crecimiento intrauterino, Diabetes gestacional, Parto Pretermino y Pre-eclampsia.
¿Por qué ocurre la deficiencia de vitamina D en la post menopausia?
Los estudios de «Vitamin D Deficiency in Postmenopausal Women y Vitamin D and menopause–a narrative review» destacan la amplia prevalencia de la deficiencia de vitamina D entre las mujeres menopáusicas, abarcando entre el 50% y el 80% del total de mujeres en esta etapa. Esta deficiencia se relaciona con el aumento del riesgo debido al envejecimiento y la acumulación de grasa corporal.
Además, las molestias musculoesqueléticas pueden empeorar la calidad de vida y aumentar el riesgo de problemas metabólicos y cardiovasculares, especialmente a medida que se gana grasa y se pierde masa muscular con la edad, dificultando aún más mantener niveles adecuados de vitamina D.
De la misma manera, los cambios en el estilo de vida por la edad, la menor exposición al sol y una disminución en la ingesta de alimentos ricos en vitamina D, pueden contribuir a la deficiencia de vitamina D generando una disminución en la absorción de calcio en la dieta; por tanto, el cuerpo se ve obligado a utilizar el calcio del esqueleto, lo que puede debilitar los huesos. De este modo, las mujeres menopáusicas y post menopáusicas, con bajos niveles de vitamina D tienen mayor riesgo de fracturas osteoporóticas.
Ante esta situación, los expertos en salud recomiendan tomar medidas para prevenir y tratar el déficit de vitamina D durante la postmenopausia. Una de las recomendaciones principales es tomar suplementos de vitamina D, especialmente si los niveles en sangre son bajos. Los suplementos de vitamina D pueden ayudar a garantizar que se satisfagan las necesidades diarias de esta vitamina, promoviendo así la salud ósea y general en las mujeres durante la menopausia.
Según estudios, la administración de suplementos en vitamina D y calcio en personas mayores de 50 años con osteoporosis podría prevenir un total de 544,687 fracturas por año en países como la Unión Europea y 323,566 en los Estados Unidos. Esto supondría una reducción absoluta del riesgo del 1.8% en la UE y del 3% en EE.UU.
En Colombia se pueden encontrar suplementos de Vitamina D de cápsulas de 100.000 unidades internacionales (UI). Es fundamental evaluar los niveles de vitamina D con la ayuda de su médico para determinar la necesidad de suplementación según sea el caso.
En resumen, es fundamental incrementar la ingesta de alimentos con alto contenido de vitamina D y tomar precauciones al exponerse al sol. No obstante, cuando estas medidas no son suficientes, los suplementos pueden ser beneficiosos para alcanzar los niveles adecuados de vitamina D, siempre y cuando sean recomendados y supervisados por un médico.